Noche Gris
Salí echando leches de ese apestoso lugar. Había gastado todo el maldito día encerrado en el asqueroso zulo que era mi despacho, y como me quedase un minuto más mi cabeza explotaría. Siempre era la misma mierda que no había por dónde cogerla, más y más pólizas de seguros. Me daba pena la cantidad de dinero que gastaba la gente en cubrir sus patéticas vidas, en ocasiones llegaba a pensar que lo hacían para poder sentirse más importantes cuando no eran más que un cero a la izquierda, aunque quizás era una manera de ocultar lo mucho que odio mi tediante vida. Fuera como fuera, por hoy bastaba.
Cogí mi "Aiga", como lo llamaba mi madre, y pisé el acelerador hasta el fondo. Necesitaba una copa. A ojos de cualquier persona decente esa opción sería lamentable, no arreglaría nada, pero no tenía ganas de buscar buenas escusas para no perderme en el alcohol.
Abrí la ventana a tope y dejé que el aire otoñal se colara como buscando un remedio que me despejase la cabeza, mientras que dejaba atrás las luces fugaces del centro de la ciudad. Paré en un semáforo en rojo y cuando me estaba encendiendo un cigarrillo vi un bar en el que no me había fijado antes. Tony´s Club.Decidí bajar, total, no tenía un rumbo fijo y cuanto antes encontrase un lugar mejor que mejor, me valía cualquier cuchitril.
Me dirigí a la barra directo a pedirme una birra. No es que me fuera a poner como una cuba, pero me apetecía algo amargo, algo más amargo que mi propia existencia. Para tener una entrada poco lujosa y un nombre bastante cutre, el garito no estaba mal.La decoración tenía un rollo años cincuenta y la barra era de madera antigua de buena calidad. Me alegré de haber dado con un lugar no tan comercial como los que abunda hoy en día. El ambiente se llenaba con sonido de copas y del escenario llegaba música de Blues. Desde luego el sitio tenía encanto.
Cuando pedí mi segunda cerveza la banda paró.- Como cada Jueves noche, damos paso a la dulce y magnética voz de Amanda Bridge.- Una oleada de vítores y aplausos se alzaron por el local. Dada la espectación cogí mi cerveza y me aproximé a una de las pocas sillas que quedaban libres próximas al escenario, porque coger una mesa, era imposible.
Me dirigí a la barra directo a pedirme una birra. No es que me fuera a poner como una cuba, pero me apetecía algo amargo, algo más amargo que mi propia existencia. Para tener una entrada poco lujosa y un nombre bastante cutre, el garito no estaba mal.La decoración tenía un rollo años cincuenta y la barra era de madera antigua de buena calidad. Me alegré de haber dado con un lugar no tan comercial como los que abunda hoy en día. El ambiente se llenaba con sonido de copas y del escenario llegaba música de Blues. Desde luego el sitio tenía encanto.
Cuando pedí mi segunda cerveza la banda paró.- Como cada Jueves noche, damos paso a la dulce y magnética voz de Amanda Bridge.- Una oleada de vítores y aplausos se alzaron por el local. Dada la espectación cogí mi cerveza y me aproximé a una de las pocas sillas que quedaban libres próximas al escenario, porque coger una mesa, era imposible.
Estaba sentada con un par de tipos en una de las mesas pegadas al escenario. Se levantó moviéndose con gracia y sensualidad innata. Un ajustado vestido negro hasta las rodillas marcaba sus femeninas curvas. Aunque llevaba un generoso escote no resultaba vulgar. Ella estaba muy por encima de lo vulgar. Dio las gracias a sus admiradores y la canción previamente ensayada comenzó a sonar.
La luz se amoldó para dar ambiente y tras unos segundos de melodía comenzó a cantar "That´s life" de Frank Sinatra.
La luz se amoldó para dar ambiente y tras unos segundos de melodía comenzó a cantar "That´s life" de Frank Sinatra.
That's life, that's what all the people say.
You're riding high in April,
Shot down in May
But I know I'm gonna change that tune,
When I'm back on top, back on top in June...
You're riding high in April,
Shot down in May
But I know I'm gonna change that tune,
When I'm back on top, back on top in June...
Su voz era intensa, hipnotizante, con algunos giros ásperos al marcar el compás, dando un tono más suave y más sensual a la versión original. Todo su cuerpo cantaba, el juego de sus manos, el ritmo que envolvía y jugaba por su cuerpo, la luz que se deslizaba por cada uno de sus suabes rizos rubios y el brillo de sus ojos negros debajo de unas marcadas y largas pestañas tintadas con rimmel.
That's life
I tell ya, I can't deny it,
I thought of quitting baby,
But my heart just ain't gonna buy it.
And if I didn't think it was worth one single try,
I'd jump right on a big bird and then I'd fly...
I tell ya, I can't deny it,
I thought of quitting baby,
But my heart just ain't gonna buy it.
And if I didn't think it was worth one single try,
I'd jump right on a big bird and then I'd fly...
Nunca había visto nada parecido, su piel blanca destacaba debajo de esos labios color cereza y el ajustado vestido de fiesta con centelleantes lentejuelas que vibraban con el son de la canción cuando contoneaba su redondeada figura de guitarra sobre sus tacones de aguja fucsias. Desde luego entendía por qué tenía tantos fans.
That's life
That's life and I can't deny it
Many times I thought of cutting out
But my heart won't buy it
But if there's nothing shakin' come this here july
I'm gonna roll myself up in a big ball and die...
That's life and I can't deny it
Many times I thought of cutting out
But my heart won't buy it
But if there's nothing shakin' come this here july
I'm gonna roll myself up in a big ball and die...
Mirando hacia donde estaba yo, y con una caída de ojos pronunció la última parte de la canción - My, my..- Un enjambre de aplausos colmó la actuación. De forma coqueta sonrió y aceptó halagos y reverencias, para volverse a sentar en el sitio dónde estaban los dos tipos.
La gente siguió a lo suyo cuando la música volvió a sonar con temas conocidos. Pero yo no pude apartar los ojos de ella. Su actitud había cambiado, tenía un halo misterioso y su mirada se perdía en alguna parte, mientras bebía con desgana la copa que tenía en la mesa. Tenía que hablar con ella, quizá no era más que un patético hombrecillo al que ni siquiera prestaría atención, pero algo en mi interior me impulsaba a hablar con ella, algo magnético terriblemente fuerte. Así que decidí que esperaría el momento más adecuado para acercarme.
La gente siguió a lo suyo cuando la música volvió a sonar con temas conocidos. Pero yo no pude apartar los ojos de ella. Su actitud había cambiado, tenía un halo misterioso y su mirada se perdía en alguna parte, mientras bebía con desgana la copa que tenía en la mesa. Tenía que hablar con ella, quizá no era más que un patético hombrecillo al que ni siquiera prestaría atención, pero algo en mi interior me impulsaba a hablar con ella, algo magnético terriblemente fuerte. Así que decidí que esperaría el momento más adecuado para acercarme.